lunes, marzo 14, 2005

Era Fernando quien caminaba.....



Cual no fue mi sorpresa cuando caminando esa tarde por las heridas calles de esta ciudad, ya casi anunciandose un crepusculo precoz, baje a la obscura y humeda estacion del tren de Castillo y Bulevar y reconoci entre los transeuntes esa figura del amigo que llevaba tanto tiempo sin mirar ni escuchar personalmente, nueve meses para ser justo desde que misteriosamente desaparecio y ya nadie supo de el. No soy dado a las especulaciones irracionales, a creer las habladurias de la gente, mentiras que nunca tienen ni pies ni cabeza pero hoy y solo hoy supe, que realmente mi buen amigo, el cual usualmente en entre los mas allegados se hacia llamar Fernando en verdad llevaba ocho meses y veintisiete dias en un lugar en el cual no habia visto la luz del sol, ni de las estrellas, padeciendo de un enclauastramiento total e involuntario que lo habia cortado de raiz de su mundo y de si mismo.
Si, El mismo me lo confirmo esa tarde y tambien me dijo que por toda compania habia tenido todo ese tiempo algunos muy pocos libros, entre los que estaba Correccion de Thomas Bernhard, una fotografia un poco borrosa y rota, para colmo, de su esposa y de su hija, siete pesos en los bolsillos y todos sus recuerdos, por supuesto. Estaba demasiado flaco, sucio y malvestido, sobraria decir que parecia enfermo y un poco paranoico, le pregunte si tenia donde pasar la noche......Antes de dar la vuelta e irse me dijo que volvia a su pais, a su pueblo del cual maldijo el dia en que salio y que partia muy pronto en algun tren de esa misma estacion. Lo vi alejarse de mi caminando hacia la obscuridad que ya se insinuaba atraves un pasillo que se abria hacia el enorme vacio crepuscular, y antes de que definitivamente se lo tragara el abismo de mi olvido pude ver que debajo de su brazo llevaba un libro. Si, sin lugar a dudas, era El libro de cronicas de Lobo Antunes. Fue la ultima vez que lo vi y el olvido me ha ganado por cierto.

Breve receta para leer y comprender a Antonio Lobo Antunes.

(Tesis basada en resultados personales, por lo tanto no tomar muy en serio si se quiere.)

1-Exiten tres canciones basicas para escuchar mientras se lee a este escritor y ponerlas en repeat: Cafaros Theme de Bill Frisell, I wanted for you de Males Davis y Canon suite para guitarra. todas disponibles en internet.
2-Hay que leer minimo 50 paginas al dia o un capitulo por dia. No dejar la lectura por grandes intervalos de tiempo. Leer las primeras cien paginas lo mas rapido posible es muy importante,
3-porque en esas primera cien paginas o lo dejas o te quedas hipnotizado. Hay que leer aunque no se haye un orden logico en las historias que se superponen y en las conversaciones, el tiempo y el espacio se invierten y revierten. No desesperar, paciencia, escuchar la musica, seguir leyendo con tranquilidad porque poco a poco iras comprendiendo la cuestion, iras armando el rompezabezas, la prosa se ira haciendo mas adsequible y comprenderas bien lo que en principio te parecia desordenado. Es un reto a la inteligencia del lector. Al final el lector vence si persiste
4- y el galardon sera haber incorporado a Lobo Antunes a tus favoritos, a un escritor sinigual. Un escritor exclusivo, de minorias. Especial. Leeras su prosa al igual que miras un cuadro en tercera dimencion( no estoy seguro si es asi que se llaman esos cuadros)a simple vista ves algo, si miras con detenimiento y fijamente veras entonces lo que esta detras. Comprendes.
5-Comenzar si es posible con La muerte de Carlos Gardel o con El orden natural de las cosas.

Antologia de la novela triste.

No creo que exista una sola novela que carezca de ese sentimiento tan apegado al dolor, y a la misma felicidad, que es la tristeza. La novela busca rehacer, reiventar la vida y no existe esta sin tristeza, asi como tampoco existe vida sin dolor, mas si puede prescindir de la felicidad que es una emocion mas superficial. En el terreno de la tristeza estamos como quien dice en nuestro hogar. La felicida es un terreno solo de recreo, de entrada muy cara, exclusiva y no acto para todo tipo de personas. El dolor y la tristeza, aunque de naturaleza y caracteristicas muy diferentes ambos, siempre estan a la vuelta de la esquina esperando una oportunidad para acercarse o para que nos acerquemos nosotros. Viven junto a nosotros, al igual que vive la muerte. todo es cosa de apretar un boton. Pero La felicidad como la vida es materia preciosa, demasiado dependiente del azar, inacsequible, voluble, volatil, evaporable, distante, dificil, inalcansable. No puede existir algo que nos cause placer que al mismo tiempo no nos cause dolor y viceversa. La felicidad es un estado totalmente mental, la tristeza discutiblemente menos mental, el dolor tan real como lo que mas. Por tal razon amamos el dolor, tanto en nosotros mismo como en los demas. En elgunas personas este amor se convierte en una desviacion patologia.

Despues de este breve preambulo puedo decir que me ancanta la novela triste. La expresion del dolor humano, de la tristeza humana establecida de una manera artistica me atrae enormemente. Me siento mas cercano a esta realidad que cada dia tratamos hipocritamente de evadir que a otra que insignificantemente tratamos, tambien cada dia, de aparentar. Me declaro de caracter melancolico, la hermosa y nostalgica despedida del sol al atardecer, silenciosa y gris, es mi hora favorita de cada dia. La cuspide de la literatura triste y melancolica la encuentro en la breve obra maestra de Herman Melville Bartleby el copista. Que terrible soledad destila este libro, casi se puede tocar. Otras no menos importantes e igual de memorables son: Un adios a las armas de Hemingway, Todos los nombre de Jose Saramago, Sin detino de Imre Kertesz, Los restos del dia de Kazuo Ishiguro, La muerte de Carlos Gardel de Lobo Antunes, Los mudos de Albert Camus, Los anos indecisos de Gonzalo torrente Ballester, Mar muerto de Jorge Amado, entre otros, muchos otros que a esta hora de la noche se me hace muy dificil recordar. "Puedo escribir los versos mas tristes esta noche".

domingo, marzo 13, 2005

Palabras de autor.


Robert Walser

"Soy dueño de un enorme capital de fuerza amatoria, y cada vez que salgo a la calle termino por tomar cariño a alguna cosa o a alguna persona."

Robert Walser.