lunes, diciembre 17, 2007

Campo Santo de Sebald


"....Que todos los cambios radicales causados por Napoleon en los paises y reinos de Europa debian de atribuirse solo a su daltonismo, que hacia que no pudiera distinguir el rojo del verde. Cuanta mas sangre corria por los campos de batalla, me dijo aquel investigador belga de Napoleon, tanto mas fresca le parecia ver la hierba crecer."

Tal y como he sido hasta hoy, conociendome como me conozco, que no es tanto como quisiera, he de admitir que no creo ser para nada una persona cursi. Mas al doblar por la segunda pagina de esta fabulosa obra mis ojos se deshacen en aguas. Mis espesos lentes se empanan, quedo ciego en la obscuridad, igual que mi corazon. Siento una tristeza muy profunda, como no suelo sentir muy a menudo, al menos cuando no pienso en mi pueblo y en los campos rodeados de caña de azucar de mi ninez. Me ha sucedido con cada libros de Sebald. La razon no la se. Quiza su muerte a destiempo, pero al final, Cual muerte en si no lo es? Tal vez, las circunstancias mismas de su muerte y su enorme parecido a toda su obra, como si de su pluma hubiera emanado. Quiza su obra tan corta. Tal vez la belleza de sus libros y lo que han sido capaces de crear dentro de mi.

Voy leyendo Campo Santo con minucioso cuidado y con premeditada lentitud. No quisiera acabe nunca. Ademas la leo en las noches acostado en mi cama para que al cerrar los ojos vencido por el cansancio, como tanto ya me ha sucedido, la obra siga leyendose sola en mis sueños. Para mi, esto de leer en sueños, mucho mas exitante y deseado que todos los placeres juntos que me puede ofrecer la vigilia.

lunes, diciembre 10, 2007

El Italiano de Thomas Bernhard.



El libro esta compuesto de tres partes. Del fragmento de un relato inacabado de nombre El Italiano. De un monologo titulado Tres Dias en el que este extrano hombre, que no quiere ser llamado escritor, sentado en un parque habla acerca de la creacion de su obra y de otros temas, monologo que luego se convierte en una pelicula. Esta pelicula satisface de tal manera al autor de Tres Dias que muy pronto decide convertir el relato inacabado de El Italiano que habiamos leido al principio del libro en un guion para tambien ser convertido en otra pelicula. El resultado es una pieza literaria de gran originalidad de un toque artistico muy exquisito, y con mucho de obra autobiografia. Para los que amammos a Bernhard, una joya.

"La dificultad es comenzar. Para el imbecil eso no es una dificultad, porque no conoce ninguna. Hace ninos o hace libros...ninos y libros sin interrupcion. Le resulta totalmente indiferente, al fin y al cabo no piensa. El imbecil no conoce la dificultad, se levanta, se lava, sale a la calle, lo atropellan, se convierte en pure y le da lo mismo.."

"Lo mas terrible para mi es escribir en prosa... En realidad los mas dificil... Y desde el momento en que me di cuenta de ello y lo supe me jure escribir solo en prosa. Al fin y al cabo hubiera podido hacer algo totalmente distino. He aprendido muchas otras disciplinas, pero ninguna otra es terrible..."

viernes, noviembre 23, 2007

La Defensa y La Novela del ajedrez.


He tenido el enorme placer, o el extraodinario placer, de leer y hasta de releer dos magnificos libros escritos por dos de los mas grandes creadores de la literatura del sigle XX. Uno es La Novela del Ajedrez de Stefan Zweig y el otro La Defensa de Vladimil Nabokov. De mas esta decir que no hay que ser un genio para encontrar diversas analogias en las dos novelas. Muchas diferencias tambien. Siendo ambas muy parecidas, al mismo tiempo son demasiado discimiles, pero una vez uno las ha leido ambas dificil es no pensar en una especie de conspiracion conjunta de ambos escritores para desarmar por completo a los lecotres ingenuos. En mi caso al no saber ni siquiera los nombres de las piezas del juego quiza no haya podido saborear a plenitud la escencia de ambas tramas, mas me siento altamente satisfecho hasta el punto que puedo decir, sin ningun lugar a dudas, que gracias a estas lecturas he vivido unas de las experincias literarias mas ricas de mi corta carrera como lector.

Pero mas que las novelas en si, es la vida de los autores, las coincidencias deslumbrates que existen en ambas lo que me ha quitado mas de una vez el sueno. En su momento me los he imaginado a ambos escribiendose largas cartas, llenas de rebuzcadas palabras, y de hermosas metaforas asi como noticias acerca del tiempo y del paso de las guerras en sus respectivos paises, para despues entrar en materia acerca de las novelas que con el mismo tema escribian. Al entrar en materia discutian cual se publicaria primero, los detalles de los personajes, una que otra clave y las alucubraciones de si una seria como quien dice la continuacion de la otra, o mejor dicho, el complemento de la otra, o algo asi y como se proponian desconcertar y descarriar de sus logicos pensamientos a mas de un lector, como fue mi caso. Me ilusionaba mucho esa imagen y me hizo sentir plenanmente feliz por muchos dias. Claro, al profundizar en el asunto me daba cuenta del absurdo de mis pensamientos y luego agonizaba con las dudas pues enormes barreras separaron a estos dos autores y todas mis suposiciones se me presentaban absurdas e improbables. De mas de esta dicir que hablaban y escribian en diferentes idiomas y que muy lejos en tiempo y espacio andaban el uno del otro.

Mas a aquellos lectores desprevenidos e isomnes, como es mi caso, solo les quiero recordar que ambos fueron contemporaneos. Se puede partir de esta sencilla pista. Pero si sois muy muy despistados, les dare otras claves. Ambos crecieron en familias muy ricas y tuvieron una educacion muy exquisita. Ambos fueron escritores imensamente populares y gozaron de enorma fama en vida. Ambos vivieron la plenitud y la grandeza de una epoca en sus respectivos paises y ambos fueron arrancado de raiz de esta por los cambios politicos. Ambos mueren exiliados.Y hay esta, no mas. Solo es el comienzo. Si ya han leido ambas novelas no paren aqui y atraves de una busqueda sencilla en la red lleguen al meollo del asuntos. Es un ejercico bellisimo. Para mi lo fue mucho.

martes, noviembre 20, 2007

Pedro Juan Gutierrez



Para aquellos que en algun momento de nuestras vidas conquistamos La Habana, pero que luego la perdimos por razones que todos sabemos, un buen remedio para la nostalgia y la memoria se encuentra en los libros de Pedro Juan Gutierrez. Alli, con sus explendores y con toda su miseria esta La Habana. Ahora que si nada se les ha perdido alli, pero andais en la busqueda de un escritor original y de calidad, Pedro Juan Gutierrez es un buen nombre, mas advierto: No acto para monjas. Si es monja siga leyendo a Isabel Allende.

Yo, por ejemplo comence con El insaciable Hombre Arana y despues segui con Carne de perro, entonces y solo entonces me di a La Trilogia Sucia de La Habana. Si quereis mi recomendacion comenzar por Carne de Perro. De lo que he leido lo que mas me ha gustado es el Animal tropical. Mas una pregunta para usted Senor Gutierrez, ya que me carcome la curiosidad: Tiene tiempo para otra cosa que no sea para templar? A que horas escribe?

Antes que anochezca de Reinaldo Arenas



Reinaldo Arenas era el tipo de escritor que reunia todas las caracteristicas para que jamas se le publicara un libro, para gozar del desfavor de la critica especializada y para no ser leido por nadie. Supongo que el sabia muy bien esto, mas nunca dejo de escribir. Como el mismo decia era discidente, homosexual y anticastrista, en una epoca en donde ser cualquiera de estas tres cosas era absolutamente prohibido. Me da verguenza tener que admitir que tuve que desvestirme de todos mis prejuicios y de mi machismo inherente para leer a este autor. Todavia habia comenzado el libro cuando ya lo queria cerrar, mas segui y no me arrepiento. Lo que descubri es hoy para mi motivo de regocijo: Un gran libro y un gra escritor. Ademas de que, gracias a esta lectura, se ha trasformado un poco mi absurda manera de ver el mundo homosexual, y por supuesto, de ver la revolucion castrista, esa falsa y obscura ilusion que en cierto momento creo que ha todos nos ha embrujado. Una desgracia.

En una palabra me gustaria definir Antes que anochezca como un libro valiente. Luego como un libro hermosisimo que reboza poesia por todos lados, es divertido y tambien es cruel, pero sobre todo valiente. No creo, de ningua forma que nadie, y menos por ser homosexual, merezca ser tratado como fue Reinaldo Arenas en Cuba. Ya con el caso Padilla muchos nos dimos cuenta de que el arte no tenia presente ni futuro alli, pero en si no sabia que muchos artistas fueron exterminados en todo el sentido de la palabra.

Memorable para mi en este libro ademas de la ninez del escritor, la pobreza en que vivio, y su especial relacion con la tierra, fueron sus andanzas y su amistad con el poeta Delfin Prats. Me diverti mucho con la manera en que hoy eran fieles amigos y manana se traicionaban, a vecs firmando unos ridiculos y parodicos acuerdos, con otros artistas como testigos para perdonarse o condenarse. Senti una profunda tristeza ver en lo que la revolucion convirtio a ese gran poeta. En la red anda rodando una entrevista que se le hizo a Prats en la cual aparece alcoholizdo, mas flaco que un cadaver y con visos de locura, algo que simplemente dan ganas de llorar. Como testimonio vivo de una epoca que se resiste a terminar Antes que anochezca es una obra de un valor extraordinario y como fuente de inagotable poesia y belleza es sencillamente impresindible.

jueves, julio 19, 2007

Los anillos de Saturno, relectura de verano.



"Una decima de segundo, pienso a menudo, y ya se ha acabdo toda una epoca."
Me encata particularmente este libro de Sebald. Es en cada estrofa especialmente cuidadoso y minucioso con los detalles. Su prosa tan poetica como enciclopedica alcanza aqui una belleza singular. En mi puedo mucho y a cada segundo, mientras me sumerjo en el viaje a pie por el condado de Suffolk me embarga una inexplicable tristeza, pero al mismo tiempo una embriagante sensacion de plenitud.

Es lo que todo necesitamos a veces, una mochila a la espalda, unas botas, un sombrero, despedirnos de las angustias y minucias que nos atan y salir al mundo a caminar, a sentir el viento, a fijar la mirada en el sol que cae y en la rosa que se abre, a observar un poco las cosas, a detenerlas en nuestra mente y en nuestro recuerdo. Detener un poco nuestro cotidiano y monotono alrededor, retenerlo un segundo mas, de su inevitable camino hacia la estruccion y el olvido.

Sebald es siempre una buena terapia para la memoria.

domingo, julio 01, 2007

Magroll el Gaviero de Alvaro Mutis



Ha sido mucho mas facil para mi entender la vida de Magroll el Gaviero desde que, a raiz de la lectura de sus aventuras narradas magistralmente por Alvaro Mutis, comprendiera que nuestros suenos son fabricados en nuestra corteza cerebral justamente a la medida de nuestra vida de la misma manera que nuestra vida, la mas sencilla y monotona de cada dia, tambien esta hecha a la medida de nuestros suenos. El equilibrio logrado entre estas dos constantemente pujantes fuerzas, que una sobrepase a la otra en determinado momento, es lo que marcara nuestro desntino. Es muy dificil, la mas de las veces imposible, para algunos seres humanos deslindar los suenos de la otra vida, esa que muchos llaman real. Sabiendo que Magrol pertenece a esta categoria de raros individuos es mucho mas facil acercarse a sus aventuras.

Gracias a Magroll caminar cuesta arriba por una congestionada avenida abarrotada de hombres y mujeres perdidos en sus aburridos quehaceres y necias ambiciones, como he hecho todas las mananas por meses, se convirtio en una de las aventuras mas placenteras de mi vida, con el libro de Mutis en las manos. Me deje llevar por el color de mis suenos, simplemente eso.

La vida del Gaviero, entre tantas cosas dignas de mencionar y destacar, es un monumento eregido en nombre de la libertad y de la amistad. Mas es la vida del Gaviero por si misma la mejor muestra de que el mundo de hoy, tal y como se muestra, cada vez hay menos lugar para las almas nobles.

viernes, junio 15, 2007

Plata Quemada de Ricardo Piglia.




Diez anos me tomo superar el prejuicio que me creo aquel escandalo inicial que se creo, como recordaran usteds, a raiz de la consecion del Premio Planeta a este libro. el desprestigiado, maltrecho, anquilosado, patimocho, extravico, reumatico, psicotico, diabetico, canceroso, sidoso, sordo, albino, necrotico y cadaverico Premio Planeta. Te queda poco para seguir haciendo mal a la literatura latinoamericana. Si fuera el Gaucho Dorda te metiera un tiro en la cabeza ahora mismo. Diez anos. Mas por encima de estos mezquinos y tramposos premios cada libro recorre su propio camino, y este no ha sido la excepcion. Un libro que esta por encima de todos los lauros y distinciones que se le quieran conceder. La calidad se ha impueto con el tiempo. El libro vive con mucha salud, el premio muere. Ya no es un libro del que haya que decir: Gano el Planeta, no, no, es un libro que a fuerza de lo que contiene y de su valor literario acupa su merecido puesto en la orbita de los grandes. Por eso lo lei. Espero que Piglia haya aprendido la leccion.

Es un libro audaz y estructuado magistralmete de principo a fin. Lo mejor, breve. Una narracion consistente, sin tropiezo en la que se intercalan dos voces que se confunden la mas de la veces, una periodistica, agil y concisa, una meramente literaria, descriptiva y penetrante. Esto conlleva, por supuesto, a que nunca perdamos de vista, ni nos extraviemos para nada, de los dos derroteros diferentes que en que camina el libro, la parte activa, el atraco, la huida, la captua, y la parte pasiva, la descripcion de los personajes, el analisis de sus biogafias y de sus psicologias.

En fin, me alegro no haberlo hecho lena de mi chimenea, como bien me hubiera recomendado Pepe Carvalho, y de haberlo milagrosamente mantenido en mi biblioteca. Una alergia lo salvo. Me decidi a desempolvar un poco de mugre y alli lo encontre. como decia anteriormente, los libros recorren su propio camino......

Un abrazo fuerte.

sábado, mayo 19, 2007

Un humilde homenaje a Roberto Bolano




En una entrevista hecha a Bolano meses antes de su muerte lo escuche hablar, siempre con mi corazon encojido de la tristeza, de la gran influencia que ejercio en el como escritor, y como lector tambien, la lectura en solo una tarde de su juventud, a la sombra de un arbol, sentado un banco de parque, si mas no me recuerdo, de La Caida de Albert Camus.

De la entrevista entera, disponible en varios portales del internet, ademas de su imagen ya agotada, pero siempre con su cigarrillo en la boca que no pudo apagar ni para tan importante entrevista, me parecio tan maravilloso eso que por esa unica razon creo que todavia me fumo un cigarrillo de vez en cuando,y de su hablar tan pausado, es la alusion al libro de Camus en un banco de parque debajo de una sombra lo que mas puedo recordar. Ese mismo dia me prometi releer La caida en honor a el sentado en una banco de Parque debajo de una sombra.

La caida no es mi preferido de Camus. He de ser sincero, no me gusto tanto como sus demas obras. Ya he dicho que la peste es quiza uno de mis libros preferidos de todos los tiempos. Pero por Bolanos mi interes por La caida ha renacido.

Hoy en la tarde es la tarde de tan esperado homenaje. Me sentare en un parquesito de Newark, NJ, ciudad que frecuento debido a quehaceres profesionales, pero que me atrae mucho por su sabor comsmopolita. Sera mi homenaje, no gran cosa, pero mi homenaje a estos dos grandes escritores que tanto han influido mi vida y mi pensamiento. Ambos, os recuerdo, tienen en comun una muerte inesperada y a destiempo, como toda muerte supongo, pero ambos eran tan jovenes...., y ambos estaban tan deseosos de vivir y darnos mas de su pluma..... Supongo que una tarde, un parquecito lleno de ninos y ancianos melancolicos, un banco, una sombra, un libro, es una buena manera de decir, No han muerto tanto.

martes, mayo 15, 2007

El castillo blanco



El castillo blanco
Se publica al fin en España la primera novela del Nobel turco Orhan Pamuk

Amenazado de muerte por los integristas pero incapaz de vivir lejos de su país, Turquía, la vida de Orhan Pamuk (Estambul, 1952) dista mucho de ser tranquila a pesar de haber conquistado el último premio Nobel. Hoy, sin embargo, es noticia por un acontecimiento literario: Mondadori publica al fin en España su primera novela, El castillo blanco, que le dió fama mundial. Y así comienza...

Íbamos de Venecia a Nápoles y los barcos turcos nos cortaron el paso. Éramos en total tres naves, mientras que sus galeras, surgiendo de la niebla, parecían no tener fin. De repente estallaron en nuestro barco el miedo y la inquietud; los galeotes, en su mayoría turcos y moros, lanzaban gritos de alegría que nos crispaban los nervios. La proa de nuestro barco, como las de los otros dos, estaba orientada hacia tierra, hacia poniente, pero nosotros no pudimos ser tan rápidos como ellos. Nuestro capitán, que temía ser castigado si caía cautivo, era incapaz de ordenar que se f lagelara con violencia a los galeotes. Más tarde medité a menudo que toda mi vida había cambiado a causa de la cobardía de aquel capitán.

En cambio, ahora pienso que mi vida habría cambiado en realidad de no ser por aquel breve ataque de cobardía del capitán. Es algo sabido que la vida no está predeterminada y que todas las historias son una cadena de casualidades. Pero incluso los que son conscientes de esa realidad, cuando llega cierto momento de su existencia y miran atrás, llegan a la conclusión de que lo que vivieron como casualidades no fueron sino hechos inevitables. Yo también pasé por una época parecida; ahora, mientras sueño con los colores de los barcos turcos que aparecían en la niebla como fantasmas e intento escribir mi libro en una vieja mesa, creo que esa época es la mejor para empezar y acabar una historia.

Al ver que los otros dos barcos se habían deslizado por entre las galeras turcas desapareciendo en la niebla, nuestro capitán abrigó esperanzas de que pudiéramos imitarles y por fin, también gracias a nuestra insistencia, se atrevió a forzar a los galeotes, pero ya era demasiado tarde; además, a esas alturas los látigos no valían con aquellos esclavos emocionados por sus deseos de libertad. Se nos echaron encima de súbito más de diez galeras turcas rasgando de manera multicolor el desconcertante muro de la niebla. Entonces el capitán decidió combatir, supongo que más que para derrotar al enemigo para vencer su propia cobardía y su vergüenza; ordenó que se aprestaran los cañones mientras se azotaba sin piedad a los cautivos, pero su ardor guerrero, que tan tarde había prendido, no tardó en apagarse. Fuimos objeto de un fuerte fuego por la borda y decidimos izar la bandera de la rendición ya que, si no lo hacíamos de inmediato, nos hundirían.

Mientras aguardábamos a los barcos turcos en medio del mar en calma, bajé a mi camarote, puse en orden mis cosas como si esperara no a los enemigos que habrían de alterar mi vida entera sino a unos amigos que vinieran de visita, abrí mi pequeño baúl y hojeé absorto mis libros. Se me humedecieron los ojos mientras pasaba las páginas de un tomo por el que había pagado un alto precio en Florencia; podía oír los gritos que llegaban del exterior, los ruidos de pisadas inquietas, el alboroto; tenía presente que poco después me separarían del libro que tenía en las manos, pero no quería pensar en nada de eso sino concentrarme en lo que estaba escrito en sus páginas. Era como si entre los razonamientos, las frases y las ecuaciones del libro se encontrara todo mi pasado y yo no quisiera perderlo; mientras leía las líneas que se me venían al azar a los ojos, susurrándolas, casi como si rezara, me habría gustado grabarme el libro entero en la mente para que así, cuando llegaran, pudiera recordar todos los colores de mi pasado como si evocara las palabras amadas de un libro memorizado con placer y no pensar en ellos y en lo que me harían sufrir.

Por aquel entonces yo era otra persona a quien su madre, su prometida y sus amigos llamaban por otro nombre. De vez en cuando todavía sueño con aquella persona que en tiempos era yo, o que ahora creo que era yo, y me despierto sudando. Aquel hombre, cuyos colores pálidos recordaban los tonos oníricos de los países inexistentes, los animales que nunca vivieron y las armas inverosímiles que más tarde estuvimos inventándonos durante tanto tiempo, tenía entonces veintitrés años. Había estudiado “ciencias y artes” en Florencia y Venecia, creía entender de astronomía, matemáticas, física y pintura; por supuesto, era un engreído que había engullido debidamente todo lo que se había hecho antes de él y que lo juzgaba con desprecio. No dudaba de que él haría cosas mejores, de que era inigualable, sabía que era más inteligente y creativo que nadie: en suma, era un joven cualquiera. Cuando, como me ocurre a menudo, siento la necesidad de inventarme un pasado, me cuesta trabajo creer que yo era aquel joven que conversaba con su amada de sus pasiones, sus proyectos, del mundo y la ciencia y que encontraba natural que ella le admirara. Pero me consuelo pensando que algún día los pocos que lean pacientemente hasta el final esto que estoy escribiendo comprenderán que aquel joven no era yo. Puede que esos pacientes lectores, como me ocurre a mí ahora, piensen que la historia de aquel muchacho cuya vida se vio interrumpida mientras leía los libros que tanto amaba continuará algún día a partir de donde se detuvo.

Cuando por fin abordaron nuestro barco guardé mis libros en el baúl y salí. En la cubierta se vivía un tremendo caos. Los habían reunido a todos y les habían ordenado que se desnudaran. En cierto momento se me pasó por la cabeza saltar por la borda aprovechando la confusión, pero pensé que me asaetearían por la espalda o que me atraparían rápidamente y me matarían y, además, no sabía a cuánta distancia estábamos de tierra. En un primer momento no me hicieron el menor caso. Los esclavos musulmanes, libres de sus cadenas, lanzaban gritos de alegría y algunos se dedicaban a vengarse de los cómitres. Poco después encontraron mi camarote, entraron en él y saquearon mi equipaje. Revolvieron los baúles buscando oro y, después de arrebatarme algunos de mis libros y todas mis pertenencias, uno de ellos me agarró del brazo mientras yo hojeaba absorto un par de volúmenes que me habían dejado y me condujo hasta uno de los capitanes.

El arráez, del cual luego supe que era un genovés converso, se portó bien conmigo. Me preguntó de qué entendía. Para que no me encadenaran al remo le expliqué que tenía conocimientos de astronomía y que podía encontrar el rumbo de noche, pero eso no les interesó. Así pues, confiando en el volumen de anatomía que me habían dejado, afirmé que era médico. Pero cuando poco después vi al hombre con el brazo cortado que me mostraron les repliqué que no era cirujano. Se enfurecieron y estaban a punto de encadenarme a un banco cuando el capitán, al ver mis libros, me preguntó si acaso entendía de la orina y el pulso. Mi respuesta afirmativa no solo me libró del remo sino que también me permitió salvar un par de libros.

Pero aquellos privilegios me costaron caros. Los otros cristianos, a quienes habían convertido en galeotes, me odiaron de inmediato. De haber podido me habrían matado en la bodega en la que nos encerraban por las noches, pero también me temían porque rápidamente había establecido buenas relaciones con los turcos. Habían empalado a nuestro cobarde capitán, que acababa de expirar, y a los cómitres, a quienes habían cortado las orejas y las narices para que sirviera de ejemplo, les habían abandonado en el mar en una almadía. Cuando se cerraron por sí solas las heridas del puñado de turcos que traté, usando la lógica y no mis conocimientos de anatomía, por fin todos creyeron que era médico. Hasta algunos de mis envidiosos enemigos, que insistían ante los turcos en que no lo era, me mostraban sus llagas por la noche en la bodega.

Entramos en Estambul en medio de una espléndida ceremonia. El sultán niño nos contemplaba. Izaron sus estandartes en lo más alto de los mástiles y, por debajo de ellos, nuestras banderas y las imágenes de la Virgen María y las cruces colgadas boca abajo para que sirvieran de blanco a sus matones. De repente, los cañones comenzaron a hacer gemir los cielos.

Aquella ceremonia, de las que luego tantas vería desde tierra con tristeza, fastidio y agrado, duró largo rato y hubo quien se desmayó por el sol. Poco antes del anochecer anclamos en Kasýmpasa. Nos encadenaron para llevarnos ante el sultán, equiparon a nuestros soldados con sus armaduras del revés para burlarse de ellos, colocaron argollas de hierro en los cuellos de nuestros capitanes y oficiales y nos llevaron a palacio mientras tocaban las trompetas y tambores que habían tomado de nuestro barco. El pueblo, dispuesto a lo largo del camino, nos observaba con alegría y curiosidad. El sultán, sin que nosotros llegáramos a verlo, seleccionó a los cautivos que le correspondían por derecho. Y al resto nos llevaron hasta Gálata y nos encerraron en las mazmorras de Sadýk Bajá.

La prisión era un lugar horrible y en sus sombrías y mínimas celdas se pudrían cientos de cautivos. Allí encontré gente en abundancia para poner en práctica mi nueva profesión e incluso curé a algunos. Extendí recetas para los guardianes a los que les dolían la espalda o las piernas. Y así fue como, de nuevo, me separaron de los demás y me proporcionaron una buena celda en la que daba el sol. Estaba intentando dar las gracias a Dios por la situación en la que me encontraba viendo el estado en que estaban los demás cuando una mañana me unieron al resto y me explicaron que me llevaban a trabajar. Cuando les dije que era médico y que entendía de medicina y de ciencia se rieron de mí; estaban elevando los muros del jardín del palacio del bajá y hacían falta más hombres. Cada mañana nos encadenaban antes de que saliera el sol y nos sacaban fuera de la ciudad. Al atardecer, mientras regresábamos a nuestra prisión encadenados unos a otros después de habernos pasado el día picando piedra, yo pensaba que Estambul era una ciudad hermosa pero que allí era necesario ser señor y no esclavo.

domingo, mayo 13, 2007

Que hare cuando todo arde de Lobo Antunes.



"Viviamos cerca de Sintra y cuando los domingos mi padre me llevaba a Cabo de roca anunciaba siempre aqui comienza el mundo, este es el principio del mundo, yo miraba alrededor y solo la desolacion del viento, penascos, arbustos inclinandose y el mar abajo, el viento mas fuerte que el mar de manera que solamente el ruido del viento, no el ruido de las olas, Europa entera detras de nosotros, Uruguay y Canada por inventar..."

Como si mirara las cosas desde adentro, desde el centro hacia afuera, en vez de lo contrario como los demas escritores. Una extrana facultad de traspasar las paredes del alma y el pensamiento humano sin ninguna oposicion y situarse comodamente alli a desmenusar complicaciones y a desenredar nudos inciertos. En sus libros la lectura deja de ser simple lectura y se convierte en un verdadero reto, en una aventura, en un acto de libertad y creacion. A mi, sin mas, me deja desnudo ante el espejo de mi propio mis propios ojos y de mi juicio. Que mas, cada vez que termino uno de sus libros me conozco mucho mejor a mi mismo.

miércoles, marzo 28, 2007

Deslectura



He leido con frecuencia, y casi todo el mundo se que ha leido, un libro de extraordinaria belleza llamado El gran Gatsby de Scott Fitzgeralt.

Algunas estrofas.

"Y asi fue como, contemplando el sol y los grandes brotes de hojas que crecian en los arboles con la misma rapidez con que crecen todas las cosas en las peliculas, experimente la familiar conviccion de que, con el verano, la vida empezaba denuevo."

"Todos creemos que como minimo poseemos una virtud capital, la mia es esta: Soy una de las pocas personas honradas que he conocido."

Con uno de los comienzos mas memorables que jamas hayamos leido.

"En mi primera infancia mi padre me dio un consejo que, desde entonces, no ha dejado de darme vueltas en la cabeza.
""Cada vez que tre sientas inclinado a criticar a alguien-me dijo-ten presente que no todo el mundo a tenido tus ventajas""

Nunca leemos realmete. Mas bien desleemos. Cambiamos demasiado,dia tras dia, para leer realmente como pretendemos. Por tal razon lo que leemos hoy ya no existe manana dentro de nosotro el mismo sentido. Leo este libro con enorme sorpresa y alegria como si se tratara de mi primera vez. Me doy cuenta que nunca he leido ningun libro en mi vida, y por supuesto, que no me bastara la vida para leer este libro....Ni ningun otro.

Un abrazo.

viernes, enero 19, 2007

Sensini



Le cae en las manos a uno un libro de nombre Las Llamadas Telefonicas del escritor chileno Roberto Bolaño y en una noche cualquiera, viernes por decir algo, a media luz, luchando contra el sueño, pero sin nungun deseo de irnos a la cama todavia, nos damos la lectura. El primer relato es de nombre Sensini.

Y uno que en la vida ha leido un poco y que espera con ansias estos momentos de soledad, acompañado de la lectura, sin la presion del trabajo de mañana, se da cuenta de inmediato comenzar el relato de que se esta delante de uno extraordinario, inolvidable, singular y profundamente melancolico.Bolaño es la literatura.Es un aritista de la narracion y ademas es la narracion misma.Para el lector noctambulo, desgreñado y solitario no hay mejor remedio que Bolaño. Un cuento de nombre Sensini es vital para la vida del lector. No debe de haber un lector sin Sensini.

Exactamente a las doce de la noche, ya hemos termidado la lectura mas nos resistimos un poco mas a morir un poco en la cama, tocaran a nuestra puerta y sera sin lugar a dudas Miranda. Increiblemente, sera Miranda.Hace años que Sensini a muerto en Argentina y lo lloraste a lagrimas sueltas. Sacudes la cabeza. Maldita soledad del lector. Bolaño permanece en nosotros en el sueño y en la vigilia. Es como una espina demasiado dolorosa clavada en nuestro corazon, esa partid a destiempo duele demasiado.

lunes, enero 15, 2007

Lobo Antunes escribe sobre el insomnio.



La nueva novela del escritor portugués Antonio Lobo Antunes, "Ontem nao te vi em Babilonia" (Ayer no te ví en Babilonia), acogida con entusiasmo por la crítica local, gira en torno a una noche de insomnio que transcurre en apenas cinco horas y casi 500 páginas.

Los medios literarios lusos coincidieron en destacar la publicación de la obra, que la semana pasada salió a la venta en las principales librerías lisboetas.

Según declaraciones del autor, el título de su nueva obra, que terminó en febrero del año pasado, se inspira en una frase en escritura cuneiforme, que encontró al leer a un poeta cubano en un cuarto de Jerusalén. El escritor y crítico literario angoleño, José Eduardo Agualusa, comentó sobre la obra que existen "los que escriben para salvarse, los que escriben (piensan ellos) para salvar al mundo; y hay libros como éste de Lobo Antunes que nos llevan a través de la vida".

Ricardo Araújo Pereira, también crítico literario, señaló que "el libro tiene alegría y risas, incluso cuando es amargo, se encuentra en él desencanto, pero también esperanza". Lobo Antunes publicó en 1979 su primera novela, titulada "Memoria de elefante" y ha dicho de si mismo que sólo es escritor cuando escribe. "Fuera de eso soy muy torpe -confiesa- no sé utilizar un cajero. no sé escribir en un ordenador y tampoco colocar un DVD".

viernes, enero 12, 2007

jueves, enero 11, 2007

Saramago en enero

En enero del 1999 compre dos libros de un autor que desconocia hasta ese momento, Jose Saramago. Todos los nombres y El ensayo sobre al ceguera, libros que abririan las puertas de un mundo desconocido en mi vida hasta entonces y que cambiarian para siempre mi forma de concebir la literatura.

En enero del 2001 se lanzo La Caverna en la ciudad de Santo Domingo, Rep. Dominicana, Jose Saramago estuvo alli. Yo estuve alli. Un dia inolvidable. Conoci al autor, me fotografie con el y hable con el. No cabia dentro de mi. y crecia....

Es enero del 2007. El dia 24 sale a la venta su nuevo libro, Las pequenas memorias, y mientras tanto, debido a la gran ansiedad que tengo por leerlo, me he propuesto no leer nada mas que no sea Saramago hasta entonces. Es asi como ya he releido Todos los nombres, En el año de la muerte de Ricardo Reis y hoy recomence La Caverna.