martes, enero 08, 2008

Voz interior.


Al mismo tiempo que me pregunto por mis reyes hay un nino que se mece en el culumpio del patio, la hermana mayor que lo empuja, los pies al aire, los pies a tierra,y la hermana menor que llora sin consuelo, Que me dejen mecer a mi ahora. No hay reyes para este que se mecio algunas vez en un culumpio de patio, en vez de eso, la tristeza del desempleo y la esperanza de la llamada que nunca llega, Yes, May I speak with....Pero nada, solo la nostalgia de unas vacaciones que terminaron, de las fotos que quedaron no en la camara, esas no me importaron nunca, sino en mi mente. La del parque en la madrugada mientras los arboles quietos y el ruido de hojas, los perros esqueleticos que ladran a lo lejos, la de los amigos que se esconden en la noche, la de la cafetera que no vi esta vez, la del coquero, Con un poco de masa por favor, y la del paletero, Solo un cigarrillo, no, no, no una caja, solo un cigarrilo. Fuego, por favor. Sin reyes debado de la cama y sin un solo recuerdo que al menos haga honor a la feliciad, todos mutilados, cojos o tuertos, algunos invalidos, otros agonizantes ya, hipertrofiados todos, ulcerosos y pestilentes los mas, ni uno que valga la pena y que no produzca un dolor, dolor, pero donde el dolor, si al menos supiera.... Y Keiry que me mira desde un rincon de la medula, una mirada que lleva anos alli y no da tregua, a veces junto a Fernando Enrique que llora en el aeropuerto mientras la chica vestida de azafata sin ser azafata me pregunta por el ticket y el pasaporte, Un momento, aqui esta, el de la foto, si soy yo. Pase.

Es asi como encuentro una voz interior. En la bendita coincidenca de Juanita la Pediguena, que si fue un plagio de faldas o de braguetas, o si una coincidencia entre muchas, que si fue en realidad un tinte rojo o el trasero deslumbrante de la morena, carne para exportar Pavelo, orgullo dominicano, que eso si que tenemos al por mayor y detalle, hablo del trasero no del orgullo. Quien es Juanita la pediguena? Juanita es una mano que extiende y a la que por tercera vez le digo, No tengo. Por cuarta, Que te dije, No tengo. Una casa alquilada en la voz de la emisora. Desempleado y un telefono mudo. En el Memorial del convento, Baltazar y Blimunda y para rematar en Lobo Antunes despues. Se encuentra la voz en la caminata sin rumbo. En gente que enfila hacia las malditas ocho horas a $5.65 cada una, con el mismo pensamiento en diferentes variantes, A mi quien me mando a salir de alla, que alla por lo menos vivia. En un dia de calor en pleno invierno, vaya sorpresas que nunca faltan. En el cafe que ahora se hace a fuego lento por indicaciones de la tia Juliana y no con la maldita prisa del Tio Sam. De alli sale la voz que se imprime en la pantalla que me refleja, de las hojas secas del patio, conjeladas y pegadas al suelo, del cristal roto del carro y Yajaira que me dice, Tranquilo, tranquilo, has de estar tranquilo que todo pasara. Pero como que traanquilo si no hay reyes debajo de al cama, una mirada medular si, y un nino que se eleva en un culumpio a los cielos, pies al aire.... Perdon amigos, Es la hora del cafe. Fuego, por favor.

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