sábado, octubre 28, 2006

De sueños y de la brevedad de las cosas.



Sueño obsesivamente desde hace algun tiempo, aun en mis noches mas tranquilas y de mayor lucidez, con mi propia muerte. Que la vida es cortisima, que transcurre a una velocidad endemoniada, que me queda poco para disfrutarla, que para que esforzarme tanto si ya estoy listo a la vuelta de la esquina, que mis mejores años de juventud se han esfumado de entre mis manos sin ningun provecho, aqui estoy como al principio, desnudo caminando en el desierto con el viento en contra. La brevedad de las cosas, aun de las cosas mas trascendentales e importantes de nuestra vida mi aterra. Son sueños, pero no bastan las noches para tortura, tambien los dias son buenos. Me aferro desesperamente a la soledad y a la obscuridad, en ambas creo, por razones que para nada comprendo, que son un refugio en donde el tiempo pasa mas lento y en donde las cosas al menos se dilatan un poco mas despojandose asi de su maldita brevedad. Y en los libros. Alli el tiempo esta detenido, al menos. Alli la historia y las cosas estan indefinida en un limbo inmune a ese maldito rio que nos arrastra indetenidamente al abismo de lo desconocido. De lo que mas tememos. Sueños recurrentes. La brevedad delas cosas es lo que nos mata.

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